lunes, 10 de diciembre de 2012

Ana, esta es tu tia.


Querida señorita Ana Mejía Azuero:

No sé bien desde que exacto momento empezamos a ser señoritas… pero estoy segura de que tu ya lo eres y de las más grandes!

Sentí una gran emoción cuando tu tia escribió por primera vez tu nombre públicamente y nos hizo participes de la gran noticias de que pronto estarás con nosotros conociendo este mundo que, déjame decirte esta patas arriba... pero tranquila, no te preocupes por enderezarlo que de eso no se trata este cuento; más bien aprovecha cada segundo y gózatelo despelucada, al fin y al cabo las cosas más ricas en la vida se hacen cuando no estás peinada.

Desde el viernes supe que Ana fue el nombre que eligieron tus papitos para ti y sólo hasta ahora me tomo el tiempo de escribirte porque, y eso es una cosa que más adelante entenderás, a veces los adultos nos ocupamos en lo urgente dejando de lado lo importante, cuando debería ser al revés.

Te felicito, haz escogido una familia maravillosa en donde seguro tendrás mucha felicidad y esto te permitirá ser la mujer que quieras llegar a ser sin cumplirle a nadie, solo a ti. Podrás abrazar al mundo y comértelo a pedacitos solo si logras entender que todo es más sencillo de lo que parece, si permites que esa niña que hoy eres nunca muera y jamás pierda la capacidad de sorprenderse… es fácil! No te dejes enredar la mente con reglas que al fin y al cabo solo se hicieron para ser rotas; no te dejes poner límites que luego veras nunca existieron. Corre, camina, gatea, sueña, llora, grita muchas veces, canta, dibuja, descansa, lánzate y da un paso hacia atrás. Ten miedo, eso no es malo, pero aprende a afrontarlos. Grita, vuelve a soñar! Crea y cree, confía, aprende, enseña, y vuelve a descansar. Se TU y se tu mejor versión aún cuando te critiquen y te juzguen, gente necia siempre vas a encontrar en el camino y al árbol que más frutos da es al que más duro le tiran.

La vida es una aventura que todos los días se reinventa, con cada despertar del sol y cada luna que vista la noche vendrán muchas lecciones que es mejor no ignorar. Algunos días serán de juego y otros habrá que tomarlos con algo más de seriedad, eso sí, nunca más de la necesaria porque todo pasa con el tiempo y no vale la pena detenerse más de la cuenta, pues después descubrirás que eso que tanto te preocupó nunca pasó o simplemente YA pasó. 

Mi linda Ana, quisiera poder regalarte un manual de cómo no embarrarla para que pudieras vivir la vida siempre en la luz y que tus pasos sean tan firmes como tú nombre… y entonces te estaría quitando la magia de este cuento, pues en parte a eso vinimos, a embarrarla para aprender. Cáete hasta que te canses y no tengas miedo que del piso no pasas. Sacúdete las rodillas y sigue caminando, la vida es hermosa y jamás te dejará de sorprender.

Llegas en tiempos de cambios, siempre estaremos en tiempos de cambios a decir verdad y no me cabe la menor duda de que llegado el momento contarás con las herramientas necesarias para adaptarte a ellos, entenderlos y sacarles provecho; pero OJO, no es de cobardes pedir ayuda, es de valientes aceptar que no somos TODO PODEROSAS y que en esta vida tan fantástica nos han puesto en el camino personas que nos quieren y  que siempre estarán ahí para apoyarnos, esa es la familia. Búscanos y aprovéchanos que con todo el amor del mundo estaremos ahí para apoyarte, para celebrar contigo tus logros, para soñar contigo, para bailar bajo la lluvia, contar venados en el atardecer y descubrir tesoros al final del arcoíris: todo lo que te espera es sencillamente maravilloso, disfrútalo!

Eres parte de mi familia y vienes de uno de los seres que más quiero simplemente por ser como es… entonces cómo no quererte igual? Vas a tener que aguantarme, no te pido que entenderme porque ni yo misma lo logro… pero si quiero que sepas que esta tia loca, despistada, en el límite entre lo irreal y lo real, cursi y algo confundida, te espera con ansias locas para enseñarte y aprenderte, para conquistar el mundo y construir castillos, para enfrentar los miedos y a veces también escondernos…

Ana: Esta es tu tia Cristina, desde el más acá te mando un gran abrazo y sólo espero que la vida nos dé la oportunidad de conocernos mejor, de compartir y de crecer juntas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario