- - No importa, otro día será. Todavía hay tiempo.
- Tiempo… solo hay tiempo en la medida en que
estemos, porque cuando dejamos de estar, no vale que exista el tiempo, no lo
tendremos igual.
-
Qué quieres decir con eso?
- Que lo que no está siendo, ya no
será. Lo que pasa, es la suma de una infinidad de circunstancias alineadas
espontánea o fríamente calculadas, que solo pueden ser en la inmediatez del
momento en que están siendo. Jamás volverán a ser en la misma medida, en el
mismo momento; y si no hicimos que fueran, entonces ya no serán, no así, no
ahora!
-
Como quien dice, perdimos la oportunidad.
- Esta, sí. Otro día será otro día,
no este, no uno igual.
-
Pero puede ser mejor…
- También puede simplemente no ser.
Actuar sobre el supuesto de que hay mas tiempo que el que está siendo, es
arrebatarnos el chance de ser y existir. El tiempo, además de relativo, es
ajeno, caprichoso y …
-
Despacio! Me cuesta seguirte porque
entiendo que entonces que el tiempo es, acaso una ilusión?
-
El tiempo es mientras somos. De qué te sirve contar con el tiempo en que
no estas siendo? En ese sentido sí es una ilusión. No tienes otro tiempo, otro
día ni otra oportunidad que espere a que quieras ser. No será la misma, no será
ahora.
-
Creo entonces que he perdido tiempo…
- No solo tiempo, te has ido
perdiendo de ser también.
-
Pero no siempre se puede, no siempre hay que hacerlo todo.
- No, todo no. Solo puedes hacer lo
que estás haciendo, que es lo que elegiste hacer mientras eres en el tiempo que
tienes. Siempre puedes hacer, qué? y cómo? Eso ya es otra cuestión, pero siempre que estés presente podrás
hacer, por ende ser; pero solo por el rato que estés siendo, no antes, no
después.
-
Así que, otro día no seré?
- No hasta que a ese “otro día” le
llames presente. Pero mientras tanto ese “otro día” no es, no eres, por lo
tanto, no cuentes con él, y siempre, SIEMPRE
cuenta contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario