viernes, 22 de agosto de 2014

Soy una mujer buscona, desesperada y regalada!

Viviendo en esta hermosa sociedad he aprendido grandes cosas, entre ellas el significado de algunas palabras que describen, al parecer, personalidades o maneras de ser de las personas en general, a las que llamamos características. Pero hay ciertas de estas palabras que me llaman mucho la atención por como varía su sentido según el género de la persona a la que describe, es decir si esta es hombre significa una cosa o si es mujer otra, y también sucede que si tal o cual comportamiento viene de una mujer se le dice de una manera y si viene del hombre se le dice de otra.

Curioso esto, en el sentido en que siempre pensé que las características se referían al objeto o sujeto descrito y no a su género o condición sexual. Pero para hacer un poco mas claro lo que digo, utilizaré algunos ejemplos que me parecen algo comunes y pueden ilustrar esto que digo he aprendido. 

Supongamos que en una situación cualquiera un hombre y una mujer son presentados y los dos quedan con el número telefónico del otro. Esta mujer sintió una atracción por el hombre y un día decide llamarlo para invitarlo a salir y lo hace. El hombre algo sorprendido acepta la invitación y salen, por decir cualquier cosa, a comer. Después de esta salida en la cual los dos se sienten muy cómodos, la mujer decide volver a invitarlo a otro plan porque siente algo más fuerte esa atracción.

Para esta segunda oportunidad, el hombre se hace un poco el difícil pero termina aceptando y salen. Vuelven a tener un encuentro agradable en donde hay algo más de contacto físico pero no un beso aún. A este punto de la historia algunos creerán que me he equivocado y que he escrito mujer donde debe ir hombre y al revés, pero no, en esta historia así sucedió. La mujer está evidentemente interesada en seguir conociendo al personaje y todo parece indicar que a él no le es indiferente tampoco. Planeando una tercera invitación se abren dos conversaciones que vistas desde afuera parecieran ser las mismas:

La mujer: llama a una amiga a contarle la situación y la respuesta que encuentra es, si lo llamas vas a sonar desesperada, va a pensar que eres una buscona. Espera mejor a que sea él el que te busque, no hay que mostrar el hambre.
Después de estas palabras, la mujer duda en hacer esa llamada para una tercera invitación.

El hombre: después de un partido de futbol y entre una cerveza y otra le cuenta a su amigo que esta mujer lo está buscando, que han salido y que la cosa suena interesante. El amigo le dice algo así como esa vieja tiene ganas, necesita que le hagan la vuelta. Piense bien porque le vieron cara de novio. Después de esta conversación el hombre empieza a pensar, o mejor solo piensa por un minuto porque no se queda analizando mucho el tema, si así es ahora después puede ser mas intensa aún y compromiso noooooo, yo no estoy pa’ compromisos.   

El comportamiento de esta mujer por ser mujer es catalogado como el de una mujer: buscona, desesperada, ganosa, intensa etc…
Este mismo comportamiento pero en un hombre sería catalogado de: valiente, esta interesado, quiere algo, respetuoso porque no se lo pidió de entrada etc..

Resulta que cuando una mujer es la de la iniciativa y da el primer paso para por lo menos intentar una relación, ella está necesitada, pero cuando es un hombre esta tragado o por lo menos interesado. Si una mujer propone el primer beso después de una salida relajada, está ganosa y quiere sexo, si es el hombre el que después de una caminada o una comida bacana se despide con un beso, es un caballero. Si la mujer llama o inicia una conversación por whatsapp está mostrando el hambre, pero si esto lo hace un hombre, él está buscando pista o tanteando el terreno cortésmente.

Según estas descripciones las mujeres estamos condenadas a esperar, a disponer después de que el hombre propone, a aguantar el impulso que provoca un buen encuentro y a disfrazar el interés para que no suene a desespero. Las mujeres debemos seguir cumpliendo el rol de pretendidas sin intentar pretender a un hombre que nos interesa porque entonces estaríamos mostrando necesidad, y esa necesidad es la puerta para que nos usen o abusen.

El papel de princesas que esperan a su príncipe azul, no al que quieren sino al que las corteje porque es a ese al que sin opción, amarán o rechazarán, y no al que realmente quieren enamorar, porque a ese no lo pueden ir a buscar, definitivamente no le queda bien a todas las mujeres. No en especial a esas mujeres que como yo no queremos un hombre que nos vea como su mayor posesión sino como su mejor compañía; que no buscamos que un hombre nos adore como a esculturas, sino a uno que nos respete y nos admire como talentosas bellezas.  

Y si por querer tener como compañero de vida a un hombre de verdad, de los que se equivocan y amanecen con mal aliento, de esos que dicen groserías cuando se pegan en el dedo gordo del pie o cuando se les atraviesa un carro; a los que se les pasan de vez en cuando las fechas especiales, o que te sorprenden con una cartera del color que no sale con nada, que te hacen una comida algo pasada de sal; si por querer a un hombre que lo único azul que tiene es la uña machucada o por aceptar que a veces es bueno ser la primera en atreverse y buscar espacios para la conquista, y si por no quedarme sentada a que suene el teléfono y ser yo la que llame cuando un hombre me interesa, si le demuestro que me resulta atractivo y que lo encuentro interesante, si por todo eso seré llamada regalada, atrevida, lanzada o desesperada, pues llevaré con orgullo mi título porque prefiero ser feliz con mis imperfecciones que frustrarme buscando una perfección que no sería capaz de sostener o peor aún, conformarme con el que me miró y con el pretexto de que “peor es nada” aceptar al que me busca, en vez de arriesgarme a ir por el hombre que yo elija, sabiendo que existe el riesgo de que no sea mutua la atracción y también que hay hombres que se encartan con mujeres que tienen determinación.  Prefiero ser llamada buscona que negarme la oportunidad de encontrar lo que deseo…   


martes, 27 de mayo de 2014

Fragmentos de una carta de renuncia en una noche de cocina espontánea

De la misma manera en que hoy abrí la nevera y me aventuré a "reciclar" un poco de todo lo que estaba empezado, para cocinar un plato de esos que no tiene receta pero manifiesta lo que piensa el corazón y lo que siente la mente en una noche como estas o como las otras. De esa misma manera me atreví a escarbar en el buzón de cartas no enviadas y saqué a la zar un fragmento de una carta de renuncia, que al parecer estaba y aún está esperando tener un destinatario, porque el remitente irresponsable no ha querido ponerle sello postal y quizás nunca lo haga por el bien de la humanidad. 

Tomé el sobre con cuidado, pues las lágrimas de su usuario, lo habían debilitado. Y como jugando a la detective, sin pensarlo dos veces lo abrí sin romper la pestaña que lo cerraba. Saqué las hojas que en él reposaban y con esa pícara curiosidad de un niño que se acerca al árbol la noche de navidad esperando descubrir que hay detrás del papel de regalo, me apresuré a leer las lineas que a puño y letra se habían escrito hace... no se cuanto tiempo ni en qué lugar, pues la tinta de la primera parte había sido víctima de unos ojos sudorosos. 

En medio de tachones, remates y borrones algo así logré transcribir: 

"... Pero si has conocido el dolor, como te atreves a causarlo? No espero que respondas esta pregunta, porque tal vez oírla de tu boca sería aún mas duro que seguir pensándola en mi mente. Tampoco espero que genere en ti una consciencia a la que te niegas; entonces tal vez la hago solo para liberarme de esta tensión que me causa el no poder reclamarte o tan siquiera enfrentarte. 

No se trata de comparar sentimientos ni mucho menos de medir sus dimensiones, si es que existiera la posibilidad de hacerlo. Ahora comprendo o  mejor acepto muchas de las cosas que me quise negar para intentar por los dos eso que jamás iba a funcionar, pues ya está claro que el hecho de que ames con todo tu ser no es garantía de que el otro lo perciba y mucho menos de que lo sienta, si quiera en una pequeña fracción. 

Digamos que no es por cansancio que hoy desisto de escribir esta historia, porque de amarte jamás me cansaría y por demostrártelo todos los días moriría. Digamos que es por respeto que hoy elijo no insistir más en sembrar rosas en el desierto, ni recargar las pilas de las estrellas para que nunca te falte luz, aún en las mas oscuras y temibles noches. Digamos que es por camaradería y solidaridad con tu proceso que hoy renuncio a mi deseo de ser para ti lo que quise fueras para mi. Como verás, hasta el ultimo minuto pensando en tu bienestar.

Hoy prefiero abrazar la historia y fundirla en mi pecho como lo que recuerdo, aún cuando en el fondo sepa mi corazón y registre mi mente que la mayoría de esos momentos han sido manipulados a mi antojo para que encajen en mi cuento de este amor que nunca fue o que, tristemente al parecer yo inventé.

Queda en mi ser una profunda alegría de haberlo intentado. Queda en mi boca un dulce sabor de los besos que hoy dejas a mi porque al final nunca te di, pues tu no los recibiste. Sin embargo los siento dulces, los siento puros, los siento intensos y profundos. Y es que no podrían ser de otra manera cuando fueron fabricados con las mejores fibras de mi corazón. Se además que no se quedarán esperando que llegue la fecha de su vencimiento; llegará un caballero cuya armadura ya se haya oxidado y los recibirá sin confidencias, orgulloso y agradecido por el amor recibido.

Creo que ya no es hora de agradecerte, las gracias te las dará la vida cuando recibas de vuelta lo que me entregaste, yo ya he hecho lo suficiente. Me siento en paz y a tiempo de seguir viviendo con las lecciones aprendidas. Me siento en forma de seguir caminando por otras tierras y dejando huellas donde haya peregrinos que las quieran apreciar. También me siento en la obligación de decir lo que siento con tranquilidad, no para culpar ni recriminar, pues aunque parezca absurdo no te he dejado de amar y lo que menos quiero es hacerte daño… aunque qué estoy diciendo? Si ya esta claro que no es de impacto en tu existencia ni mis palabras ni presencia. Me siento responsable de hacerte ver, por si no lo has notado, que mi alma abrazó la tuya mas allá del cuerpo, en el momento en que la vida nos dio la oportunidad de amarnos.  

Y si es que estás despistado y algún día abres los ojos, por favor no me pidas que vuelva para tu comodidad, porque se que eso es para ti mi compañía. Tampoco intentes alcanzarme con pretextos para tranquilizar tu consciencia y limpiar tu hoja de vida, ya es tarde para ti y justo a tiempo para mi... "

Llegué a la cebolla y el wok empezó a despachar su olor por toda la cocina! Creo que hay más candidatos para mi creación culinaria de los que había presupuestado, pero bueno cuando hay corazón las porciones generosamente se multiplican ; )   


martes, 4 de marzo de 2014

Bienvenida al mundo Paloma

Medellín, marzo 4 de 2014


Paloma!

Quise esperar el tiempo prudente para escribirte, pero que va, esta vida no es prudente así que para qué esperar. Te escribo entonces una carta para darte la bienvenida a este mundo, el que será tu nuevo hogar. Un poco más iluminado que el que estás acostumbrada, menos calientito y lleno de gente desconocida que te quiere cargar y te llena de besos mientras te dicen cosas extrañas pero amigables, según la expresión en sus caras. Un mundo donde ya no todo es para ti y entonces aprenderás a compartir entre otras muchas cosas que con seguridad te harán feliz.

Has llegado a una familia hermosa que solo tiene amor para entregarte y que eligió regalarte la vida para aprender a vivirá contigo. Pero debes tener siempre en cuenta que al momento de nacer faltó un pequeño detalle: un manual de manejo. Naciste sin instrucciones, así como a ti tampoco te entregaron un libreto; por eso tu crecimiento será una experiencia encantadora en donde tanto tus papitos como tu, aprenderán todos los días cosas diferentes, descubrirán un lenguaje en el que sólo ustedes van a poder comunicarse e irán haciendo un camino exclusivo para ti, el que tu elijas, porque aunque ellos siempre te van a acompañar, serás tu la encargada de ir dejando tus huellas.

Mientras vas por ese camino al que llamamos vida, disfruta mucho del paisaje, al final te darás cuenta que lo  mas importante no era llegar a la meta sino gozar la aventura de ir hasta allá. Procura siempre ir ligera de equipaje, mira que has sido capaz de vivir sin mucho de lo que la televisión y las revistas te harán creer que necesitas y no te ha faltado nada, tampoco te faltará. Eres el mejor tesoro que puedas tener, lo demás y los demás que vayan llegando a tu vida serán regalos que vas a disfrutar, aprovechar y a  agradecer mientras estén, pero jamás los pongas de primera en tu lista, ese lugar siempre debe estar reservado para ti.

La vida no es una carrera contra el tiempo, así que no te afanes que todo irá llegando cuando sea el momento. Disfruta de los colores de un amanecer y busca figuras en las nubes mientras el sol se esconde. Juega a perseguir mariposas y caza cucullos para que te iluminen el cuarto mientras consigues dormirte. Camina descalza por la manga y así te ganes un regaño, no te pierdas de la sensación de bailar debajo de la lluvia por lo menos una vez en la vida, son cosas sencillas que no venden en las jugueterías ni rifan en las piñatas pero te pintarán una sonrisa enorme que recordarás para siempre.

Sabes? Los adultos somos muy miedosos y quizás mientras creces se te pegue algo de eso; pero no nos hagas caso en todo, porque muchas veces ese miedo viene de que nos olvidamos de soñar por estar pensando en números que no valen la pena, o en problemas que ni siquiera existen, porque vivimos pre ocupados en vez de ocuparnos de lo que en realidad está pasando. La vida es de tomar riesgos, de hacer elecciones y asumir la responsabilidad de ellas, pero no te asustes porque nada es tan grave como para que no valga la pena intentar.

Viniste aquí a ser feliz, no te dejes convencer de lo contrario porque con seguridad habrá quienes lo intenten, pero tranquila Paloma que mejor nombre no podrías tener. Cuando eso pase, recuerda que tienes unas alas grandes que te permiten volar, así que cierra tus ojos y vuela alto, tan alto que ni la envidia ni los celos te puedan alcanzar. Vuela alto y deja marcado tu vuelo en el cielo para que los duendes que cuidan el cofre donde se esconde el arcoíris, sepan por donde trazar esas líneas de colores que vistas desde la tierra hacen sonreír a cualquiera.

Te irás dando cuenta que la vida está llena de mensajes, que cada cosa tiene una explicación, que todos los juegos tienen una tabla de reglas, que las acciones causan una reacción, que hay que pagar precios etc… pero no te quedes ahí porque la vida se hizo para vivirla y no para entenderla; así que cuando sientas que estás perdida y no encuentres la respuesta que buscas, recuerda de donde vienes… y entonces entenderás que todo es más sencillo de la cuenta, que los adornos son solo eso: adornos que embellecen o afean las cosas, que somos simplemente turistas que estamos de paso por esta tierra, que nada es para siempre y que nada es esencial, menos nosotros en esencia.

Ay señorita, quisiera decirte tanto, pero creo que esta aventura de vivir es como el carnaval de la arenosa: quien lo vive es quien lo goza. Quisiera poder advertirte ciertas cosas y recomendarte otras tantas pero a partir del minuto cero en que empezaste a respirar por ti misma aquí afuera, empezaste una vida independiente que tendrás que vivir solo tu y por ti y es algo que todos los “grandes” que te rodeamos debemos entender. Aunque lo que sí no está demás decirte es que cuentas conmigo, una amiga grande en edad, para acompañarte en todos esos momentos, para que seas tu la que los descubra y nosotros los que te apoyemos a hacerlo.

¡¡¡NUEVAMENTE BIENVENIDA PALOMA, A VOLAR!!!    


Con todo mi cariño,


TITI