Soy una convencida de la suerte que tuve al nacer mujer; además agradecida de haber crecido con el ejemplo de mujeres que enaltecen el género, dándole sentido a nuestras diferencias y luchando por una equidad justa. Hoy día internacional de la mujer, quiero reconocernos a todas las mujeres nuestro valor e importancia dentro de la sociedad; empoderarnos para que sigamos creyendo en nosotras, sigamos soñando sociedad y construyéndola juntas, sin perder nuestra esencia, sin abandonar nuestras caracterírsticas y cualidades, sin ser más o menos, simplemente siendo NOSOTRAS.
FELIZ DÍA
Carta de un hijo a su padre.
Papá:
Te parecerá extraño recibir una
carta mía y más hoy día internacional de la mujer, pero consideré imprudente
robarte algunos minutos de tu apretada agenda para conversar sobre mis bobadas.
Apropósito del día de la mujer, ya felicitaste a mi mamá? Se que piensas que
esta fecha es sólo una excusa más de los comerciantes para vender, pero no te
imaginas la cara que pone la vieja cada vez que recibe cualquier detalle con
una tarjeta tuya, así haya sido tu secretaria la autora intelectual y material
del asunto.
Padre, haber tomado la decisión
de sentarme a escribirte unas líneas no fue fácil ni mucho menos encontrar el
tono para hacerlo, porque tal vez no es de varones lagrimear hablando de los
sentimientos, de NUESTROS sentimientos; no es de machos aceptar que el corazón
sirve para más que bombear sangre a todo el cuerpo y que no es eso lo que
realmente nos mantiene vivos sino el amor que guardamos ahí adentro; pero bueno,
dejemos a un lado el protocolo y tengamos una conversación de hombre a hombre.
Soy muy afortunado al haber
crecido en un hogar en donde nunca me faltó nada. Has cumplido con tu papel de
proveedor de la mejor manera posible, dándonos a mis hermanos, a mi mamá y a mi
siempre lo mejor. Me has enseñado a resolver ecuaciones algebraicas, a delinear
mapas, a descomponer átomos, a cobrar un tiro libre, a cambiarle el aceite al
carro y hasta a escoger a la niña que invitaría al baile de grado, podría decir
que siempre has estado ahí. También de ti he aprendido algunas cosa que hoy, a
pocos meses de casarme quisiera desaprender.
Encontré a la mujer de mi vida y
aunque posiblemente tu jamás la hubieras escogido, es la mujer con la que yo he
decidido casarme. No la hubieras escogido porque siendo "una más del sexo
débil” te daría varias lecciones,
como las que ya me ha dado a mi pero que tu, un hombre a carta cabal, nunca
podría soportar: la primera, de débiles no tienen ni un solo pelo.
O llamarías tu débil a quien es
capaz de soportar un hogar no con vigas y cemento sino con sus propias manos y
su pecho? Llamarías débil a alguien que no necesita más que un par de palabras
para detener una guerra campal en vez de ayudarse de un arma o todo un ejército
en su defecto? Yo no me atrevería a dudar de la fortaleza de un ser que se
levanta sin miedo a defender a los suyos cuando el mundo le da la espalda y la
trata como débil por usar falda y no llevar bigote.
Débiles papá? Débiles nosotros
que ante la ausencia de ellas, nos vemos maniatados y nos quejamos de nuestra
desgracia culpando a la suerte, mientras que ellas en esos momentos de
“soledad” es cuando más se envalentonan y le ponen la cara a la vida, eso sí,
sin dejar de sonreír y aprovechando cada oportunidad logran lo que creíamos
imposible.
Detrás de esos cuerpos que tanto
admiras, se esconden poderes que envidiarías pero que en tu afán de ser más
hombre, más macho, más fuerte y más varón no eres capaz de percibir y dejas
pasar en alto perdiéndote de la verdadera belleza de la mujer.
Entre otras cosas he aprendido a
medir la fuerza y entendí que es más fuerte una mujer capaz de cargar en brazos
a su bebe por horas que un hombre que destruye esos brazos en cuestión de
segundos. Entendí que lo que
nosotros hacemos por sacrificio, perdernos un partido por compartir con la
familia por ejemplo, ellas lo hacen sin dudarlo y con amor porque saben el
valor de esos momentos y tienen la fuerza de soportar no ver a su equipo ganar
mientras su familia sonríe, entonces… quienes son los débiles?
También aprendí que para ellas no
hay miedo que el amor no pueda combatir, mientras que para un hombre siempre
habrá una lista de riesgos a analizar antes de ser capaces de dar el brinco y
caer al agua; sin embargo las llamamos el sexo débil. Débil porque prefieren
hablar y decir lo que sienten mientras nosotros los reprimimos creyéndonos el
estúpido cuento de que “los hombre no lloran”. Y mira en lo que termina papá, en una carta que no esperabas.
Que fuertes somos nosotros y que
débiles son ellas…
He venido aprendiendo y por eso
creo que también debo desaprender y tu también. Si somos tan fuertes y somos
tan machos, por qué la necesidad constante de pisotearlas y por debajearlas? O
es acaso un miedo profundo de reconocer que ellas no sólo pueden alcanzarnos e
incluso superarnos? Porque al fin y al cabo uno sólo ataca a quien ve como
amenaza, entonces… quienes somos los débiles?
Me enseñaste muchas cosas que
posiblemente me han formado en el hombre que soy hoy, pero creo que a los dos
nos falta aprender otras cuantas… Ahora entiendo muchas cosas que de niño
ignoraba y siento pena de no haber valorado antes a la gran mujer que escogiste
para que fuera mi mamá, sin duda la mejor elección de tu vida, GRACIAS papá…
Tu hijo
P.D.: Durante años ellas, las
lindas, poderosas e inteligentes mujeres injustamente han venido luchando por
hacer valer sus derechos y por hacer respetar su posición dentro de una
sociedad que, en gran medida se la debemos a ellas, cuando somos nosotros los
primeros que debemos reconocérselos… pero no, siempre tan fuertes y tan
racionales cobardemente aún pensamos que este día, el día internacional de la
mujer, es un día comercial!
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