martes, 6 de marzo de 2012

Feliz día de la Mujer. Carta de un hijo a su padre el 8 de marzo.

Soy una convencida de la suerte que tuve al nacer mujer; además agradecida de haber crecido con el ejemplo de mujeres que enaltecen el género, dándole sentido a nuestras diferencias y luchando por una equidad justa. Hoy día internacional de la mujer, quiero reconocernos a todas las mujeres nuestro valor e importancia dentro de la sociedad; empoderarnos para que sigamos creyendo en nosotras, sigamos soñando sociedad y construyéndola juntas, sin perder nuestra esencia, sin abandonar nuestras caracterírsticas y cualidades, sin ser más o menos, simplemente siendo NOSOTRAS.

FELIZ DÍA

Carta de un hijo a su padre.

Papá:
Te parecerá extraño recibir una carta mía y más hoy día internacional de la mujer, pero consideré imprudente robarte algunos minutos de tu apretada agenda para conversar sobre mis bobadas. Apropósito del día de la mujer, ya felicitaste a mi mamá? Se que piensas que esta fecha es sólo una excusa más de los comerciantes para vender, pero no te imaginas la cara que pone la vieja cada vez que recibe cualquier detalle con una tarjeta tuya, así haya sido tu secretaria la autora intelectual y material del asunto.

Padre, haber tomado la decisión de sentarme a escribirte unas líneas no fue fácil ni mucho menos encontrar el tono para hacerlo, porque tal vez no es de varones lagrimear hablando de los sentimientos, de NUESTROS sentimientos; no es de machos aceptar que el corazón sirve para más que bombear sangre a todo el cuerpo y que no es eso lo que realmente nos mantiene vivos sino el amor que guardamos ahí adentro; pero bueno, dejemos a un lado el protocolo y tengamos una conversación de hombre a hombre.

Soy muy afortunado al haber crecido en un hogar en donde nunca me faltó nada. Has cumplido con tu papel de proveedor de la mejor manera posible, dándonos a mis hermanos, a mi mamá y a mi siempre lo mejor. Me has enseñado a resolver ecuaciones algebraicas, a delinear mapas, a descomponer átomos, a cobrar un tiro libre, a cambiarle el aceite al carro y hasta a escoger a la niña que invitaría al baile de grado, podría decir que siempre has estado ahí. También de ti he aprendido algunas cosa que hoy, a pocos meses de casarme quisiera desaprender.

Encontré a la mujer de mi vida y aunque posiblemente tu jamás la hubieras escogido, es la mujer con la que yo he decidido casarme. No la hubieras escogido porque siendo "una más del sexo débil”  te daría varias lecciones, como las que ya me ha dado a mi pero que tu, un hombre a carta cabal, nunca podría soportar: la primera, de débiles no tienen ni un solo pelo.

O llamarías tu débil a quien es capaz de soportar un hogar no con vigas y cemento sino con sus propias manos y su pecho? Llamarías débil a alguien que no necesita más que un par de palabras para detener una guerra campal en vez de ayudarse de un arma o todo un ejército en su defecto? Yo no me atrevería a dudar de la fortaleza de un ser que se levanta sin miedo a defender a los suyos cuando el mundo le da la espalda y la trata como débil por usar falda y no llevar bigote.

Débiles papá? Débiles nosotros que ante la ausencia de ellas, nos vemos maniatados y nos quejamos de nuestra desgracia culpando a la suerte, mientras que ellas en esos momentos de “soledad” es cuando más se envalentonan y le ponen la cara a la vida, eso sí, sin dejar de sonreír y aprovechando cada oportunidad logran lo que creíamos imposible.

Detrás de esos cuerpos que tanto admiras, se esconden poderes que envidiarías pero que en tu afán de ser más hombre, más macho, más fuerte y más varón no eres capaz de percibir y dejas pasar en alto perdiéndote de la verdadera belleza de la mujer.

Entre otras cosas he aprendido a medir la fuerza y entendí que es más fuerte una mujer capaz de cargar en brazos a su bebe por horas que un hombre que destruye esos brazos en cuestión de segundos. Entendí que  lo que nosotros hacemos por sacrificio, perdernos un partido por compartir con la familia por ejemplo, ellas lo hacen sin dudarlo y con amor porque saben el valor de esos momentos y tienen la fuerza de soportar no ver a su equipo ganar mientras su familia sonríe, entonces… quienes son los débiles?

También aprendí que para ellas no hay miedo que el amor no pueda combatir, mientras que para un hombre siempre habrá una lista de riesgos a analizar antes de ser capaces de dar el brinco y caer al agua; sin embargo las llamamos el sexo débil. Débil porque prefieren hablar y decir lo que sienten mientras nosotros los reprimimos creyéndonos el estúpido cuento de que “los hombre no lloran”.  Y mira en lo que termina papá, en una carta que no esperabas.

Que fuertes somos nosotros y que débiles son ellas…
He venido aprendiendo y por eso creo que también debo desaprender y tu también. Si somos tan fuertes y somos tan machos, por qué la necesidad constante de pisotearlas y por debajearlas? O es acaso un miedo profundo de reconocer que ellas no sólo pueden alcanzarnos e incluso superarnos? Porque al fin y al cabo uno sólo ataca a quien ve como amenaza, entonces… quienes somos los débiles? 
Me enseñaste muchas cosas que posiblemente me han formado en el hombre que soy hoy, pero creo que a los dos nos falta aprender otras cuantas… Ahora entiendo muchas cosas que de niño ignoraba y siento pena de no haber valorado antes a la gran mujer que escogiste para que fuera mi mamá, sin duda la mejor elección de tu vida, GRACIAS papá…

Tu hijo

P.D.: Durante años ellas, las lindas, poderosas e inteligentes mujeres injustamente han venido luchando por hacer valer sus derechos y por hacer respetar su posición dentro de una sociedad que, en gran medida se la debemos a ellas, cuando somos nosotros los primeros que debemos reconocérselos… pero no, siempre tan fuertes y tan racionales cobardemente aún pensamos que este día, el día internacional de la mujer, es un día comercial!


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