martes, 27 de mayo de 2014

Fragmentos de una carta de renuncia en una noche de cocina espontánea

De la misma manera en que hoy abrí la nevera y me aventuré a "reciclar" un poco de todo lo que estaba empezado, para cocinar un plato de esos que no tiene receta pero manifiesta lo que piensa el corazón y lo que siente la mente en una noche como estas o como las otras. De esa misma manera me atreví a escarbar en el buzón de cartas no enviadas y saqué a la zar un fragmento de una carta de renuncia, que al parecer estaba y aún está esperando tener un destinatario, porque el remitente irresponsable no ha querido ponerle sello postal y quizás nunca lo haga por el bien de la humanidad. 

Tomé el sobre con cuidado, pues las lágrimas de su usuario, lo habían debilitado. Y como jugando a la detective, sin pensarlo dos veces lo abrí sin romper la pestaña que lo cerraba. Saqué las hojas que en él reposaban y con esa pícara curiosidad de un niño que se acerca al árbol la noche de navidad esperando descubrir que hay detrás del papel de regalo, me apresuré a leer las lineas que a puño y letra se habían escrito hace... no se cuanto tiempo ni en qué lugar, pues la tinta de la primera parte había sido víctima de unos ojos sudorosos. 

En medio de tachones, remates y borrones algo así logré transcribir: 

"... Pero si has conocido el dolor, como te atreves a causarlo? No espero que respondas esta pregunta, porque tal vez oírla de tu boca sería aún mas duro que seguir pensándola en mi mente. Tampoco espero que genere en ti una consciencia a la que te niegas; entonces tal vez la hago solo para liberarme de esta tensión que me causa el no poder reclamarte o tan siquiera enfrentarte. 

No se trata de comparar sentimientos ni mucho menos de medir sus dimensiones, si es que existiera la posibilidad de hacerlo. Ahora comprendo o  mejor acepto muchas de las cosas que me quise negar para intentar por los dos eso que jamás iba a funcionar, pues ya está claro que el hecho de que ames con todo tu ser no es garantía de que el otro lo perciba y mucho menos de que lo sienta, si quiera en una pequeña fracción. 

Digamos que no es por cansancio que hoy desisto de escribir esta historia, porque de amarte jamás me cansaría y por demostrártelo todos los días moriría. Digamos que es por respeto que hoy elijo no insistir más en sembrar rosas en el desierto, ni recargar las pilas de las estrellas para que nunca te falte luz, aún en las mas oscuras y temibles noches. Digamos que es por camaradería y solidaridad con tu proceso que hoy renuncio a mi deseo de ser para ti lo que quise fueras para mi. Como verás, hasta el ultimo minuto pensando en tu bienestar.

Hoy prefiero abrazar la historia y fundirla en mi pecho como lo que recuerdo, aún cuando en el fondo sepa mi corazón y registre mi mente que la mayoría de esos momentos han sido manipulados a mi antojo para que encajen en mi cuento de este amor que nunca fue o que, tristemente al parecer yo inventé.

Queda en mi ser una profunda alegría de haberlo intentado. Queda en mi boca un dulce sabor de los besos que hoy dejas a mi porque al final nunca te di, pues tu no los recibiste. Sin embargo los siento dulces, los siento puros, los siento intensos y profundos. Y es que no podrían ser de otra manera cuando fueron fabricados con las mejores fibras de mi corazón. Se además que no se quedarán esperando que llegue la fecha de su vencimiento; llegará un caballero cuya armadura ya se haya oxidado y los recibirá sin confidencias, orgulloso y agradecido por el amor recibido.

Creo que ya no es hora de agradecerte, las gracias te las dará la vida cuando recibas de vuelta lo que me entregaste, yo ya he hecho lo suficiente. Me siento en paz y a tiempo de seguir viviendo con las lecciones aprendidas. Me siento en forma de seguir caminando por otras tierras y dejando huellas donde haya peregrinos que las quieran apreciar. También me siento en la obligación de decir lo que siento con tranquilidad, no para culpar ni recriminar, pues aunque parezca absurdo no te he dejado de amar y lo que menos quiero es hacerte daño… aunque qué estoy diciendo? Si ya esta claro que no es de impacto en tu existencia ni mis palabras ni presencia. Me siento responsable de hacerte ver, por si no lo has notado, que mi alma abrazó la tuya mas allá del cuerpo, en el momento en que la vida nos dio la oportunidad de amarnos.  

Y si es que estás despistado y algún día abres los ojos, por favor no me pidas que vuelva para tu comodidad, porque se que eso es para ti mi compañía. Tampoco intentes alcanzarme con pretextos para tranquilizar tu consciencia y limpiar tu hoja de vida, ya es tarde para ti y justo a tiempo para mi... "

Llegué a la cebolla y el wok empezó a despachar su olor por toda la cocina! Creo que hay más candidatos para mi creación culinaria de los que había presupuestado, pero bueno cuando hay corazón las porciones generosamente se multiplican ; )